Hay días que, por cualquier motivo, me da por innovar. No es algo que me pase muy a menudo pero…me pasa ¿a ti no? Y sin ir más lejos, ayer fué uno de esos días.
Siempre que hago calabacines rellenos los hago con carne picada. Es lo más típico ¿verdad? Pero anoche, cuando iba a hacerlos para la cena, me entró la “vena innovadora” y me dije: hoy van a ser diferentes. Así que abrí el frigorífico, eché un vistazo a todo lo que tenía por ahí y…con un poco de cebolla, zanahoria y unas migas de bacalao me quedó una cena para chuparse los dedos.
¿Quieres saber cómo lo hice? pues vamos allá…
INGREDIENTES
- 2 calabacines
- 1 cebolla pequeña
- 1 ajo
- 2 zanahorias ( 100gr)
- 150 gr. migas de bacalao desalado (lo venden ya así)
- 25 gr. de pan rallado
- 60ml. leche
- aceite de oliva
- 1huevo
ELABORACIÓN
- Limpiamos los calabacines, los partimos por la mitad y vaciamos con ayuda de una cucharilla. Reservamos lo que vaciamos.
- Ponemos los calabacines en la vaporera boca abajo y cocemos durante 20-25 minutos.
- Mientras, picamos muy fino la cebolla, el ajo y las zanahorias. Pochamos a fuego medio-lento (no añadimos sal)
- A continuación, añadimos las migas de bacalao en trozos pequeños y removemos.
- Pasado un minuto, echamos el pan rallado y la leche. Removemos bien para que se integre todo y apagamos el fuego.
- Dejamos enfriar mientras picamos el calabacín reservado.
- Lo mezclamos todo bien en un bol junto con la yema de un huevo, que quede todo bien integrado.
- Rellenamos los calabacines con esta mezcla, echamos un chorrito de aceite de oliva por encima y horneamos unos 20 minutos a 180º