La patata, esa que está presente en tantas y tantas ocasiones a la hora de comer: fritas acompañando una buena hamburguesa, asada junto con el pollo, hervida en un apetitoso cocido, en puré, en ensalada y por qué no, como aperitivo. Y es que su versatilidad y su económico precio hacen que sea una gran aliada en la cocina.
En la receta de hoy veremos cómo con poco dinero y con pocos ingredientes podemos hacer una receta 10, que podemos utilizar como aperitivo en una cena con amigos o como guarnición de un plato principal. De las dos maneras, sorprenderéis. ¡Vamos a cocinar!
INGREDIENTES
- 2 patatas medianas
- 2 dientes de ajo
- parmesano rallado
- aceite de oliva
- sal
- hierbas aromáticas
ELABORACIÓN
- Picamos los ajos muy pequeños y los mezclamos con el parmesano.
- Pelamos y cortamos las patatas a rodajas muy finas con una mandolina ( si no tenemos lo podemos hacer a mano pero tienen que quedar lo más finas posible) salamos un poco
- Ahora vamos a montar ya la elaboración. Yo he utilizado un molde de silicona para magdalenas para evitar que se desmontara en el horno, pero si tenéis cuidado lo podéis hacer sin él. Colocamos una rodaja de patata de base y , a continuación, colocamos un puñadito de la mezcla de parmesano con ajo, otra rodaja de patata y otro puñadito de queso. Así repetidamente hasta conseguir la altura deseada. La última capa será de queso rallado.
- Para terminar, espolvoreamos con la hierba aromática que queramos ( yo he utilizado pebrella) y regamos cada montadito con aceite de oliva.
- Horneamos a 180º durante media hora o hasta que veamos que los bordes de las patatas estén doraditos.
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